25.12.08
11.12.08
LA CREACIÓN
Nada había en la tierra, solo Dios y su conciencia. La soledad que Dios sentía era profunda, su poder no le alcanzaba para sentirse conforme, un ser tan grande y omnipotente debía hacer algo. Se sentía inútil, pero un mundo nuevo se acercaba, un mundo hecho por Dios.
Fue así, que junto con sus pensamientos y la paz que abundaba en ese lugar invisible, se propone crear de una vez por todas...ese mundo, donde las plantas y todo, sea posible.
Los años pasaron, y el cielo y los océanos por fin fueron creados. Pero cuando Dios quiso crear las plantas sus poderes no lo ayudaron, El estaba confundido, sus poderes nunca lo traicionaban y fue por eso que Dios supuso que su primo codicioso , mentiroso y envidioso, el Diablo tenia algo entre manos. Dios lo conocía demasiado, el Diablo vivía en otro mundo alejado, pero no soportaba cualquier grandeza de un ser tan supremo como su primo, y la de crear un mundo nuevo no le agradaba en lo mas mínimo, haría cualquier cosa con tal de impedir algo así.
Dios no se rendía, seguía intentando. Todavía estaba muy lejos de ese mundo nuevo, y las plantas, los animales y el hombre todavía no aparecían. Fue así que Dios con su gran paciencia, bondad y comprensión, fue a ver al Diablo, quien lo recibió en su enorme palacio que antes le pertenecía a Dios pero que luego quedó en manos del Diablo dejándolo en oscuras ruinas. Dios le propuso que si lo dejaba terminar con su creación, tendría la oportunidad de manejar a su criterio otro mundo después de la muerte. Las personas buenas que Dios sabía que aunque hayan cometido pecados los podían remendar, irían al cielo y sería dirigido por Dios; en cambio el Diablo eligió otro lugar... un lugar en el que vayan las personas que el Diablo considere que pecaron, a este lugar éste lo llamó... “infierno”.
Dios no estaba de acuerdo, para él las personas nunca debían ir a un lugar lleno de maldad solo por pecar. Todavía estos no existían, pero Dios conocía muy bien ese mundo que estaba por venir. Fue así que Dios no del todo convencido por lo que había prometido a su primo se marchó ansioso por terminar con lo que había empezado.
Una vez en su reino, Dios , a través de descargas eléctricas que él mismo enviaba, comienzan a originarse seres microscópicos. Estos a lo largo de los años comienzan a dar vida a los llamados seres vivos, es decir a los animales y plantas, seres extremadamente extraños, que a simple vista parecían deformes pero muy interesantes y distintos unos de otros. Las plantas eran verdes, algunas con frutos de colores y de variadas especies.
Dios lo había pensado muy bien y audazmente ya que estos organismos se ayudaban mutuamente; las plantas les brindaban oxígeno y alimento a los animales, que luego fueron transformándose y originando nuevas especies que tenían la capacidad de caminar con lo que luego se denominó patas.
Así, las especies continuaron con la evolución y se originaron seres con alas, seres con escamas y mas organismos que poblaron un mundo nuevo. El Diablo cumplió con su palabra y dejó a Dios crear al mundo tranquilamente, pero siempre expectante de lo que podía ocurrir y de que la promesa que Dios le había hecho se cumpliera. Pero para que esto ocurriera el hombre debía ser creado.
Dios utilizo una formula mágica que consistía en una lagrima que le brindaría alma y sentimientos, dos semillas del fruto azul que le daría la capacidad de crecer, desarrollarse y luego machucarse; y por último solo una suave brisa de aliento proveniente de la boca de Dios. Las horas pasaron y el hombre no aparecía, incluso los días pasaron pero nada se veía crecer. Dios, ya cansado de esperar comenzó a sospechar del Diablo, quien seguramente se estaba muriendo de la envidia y no permitiría que estos seres nacieran. Pero Dios estaba muy equivocado y le debía una gran disculpa a su primo.
Un día cuando Dios estaba admirando la naturaleza y los animales, vio entre ellos dos seres muy extraños, eran muy diferentes a los animales aunque se podían encontrar algunas similitudes. Dios los miraba pero no lo creía, esos seres muy curiosos observaban todo e incluso hablaban!, ¿habría creado Dios al hombre?.
Sin pensarlo dos veces Él se acerco a ellos, sin duda eran el hombre y la mujer, pero muy distintos a como Dios se los había imaginado. Ellos muy temerosos se acercaron también y sin vacilar los tres se abrazaron, eran nuevos en ese mundo pero sin duda a Dios lo sintieron como a un padre y Dios a ellos como a sus hijos.
Él los nombro: Adán y Eva, seres creados a imagen y semejanza de Dios, seres que tardaron en nacer porque poseen las características que posee cualquier otro humano hoy en día, como la madurez y la desconfianza.
A lo largo de los años Adán y Eva aprendieron a sobrevivir, se relacionaron, rieron, lloraron, bailaron, cantaron e incluso pecaron. Pero nunca se los vio en aquel lugar llamado infierno, porque Dios es más poderoso y nos enseña que siempre hay que dar otra oportunidad y por sobre todas las cosas, hay que saber perdonar porque nadie es perfecto como lo es Dios.
Nada había en la tierra, solo Dios y su conciencia. La soledad que Dios sentía era profunda, su poder no le alcanzaba para sentirse conforme, un ser tan grande y omnipotente debía hacer algo. Se sentía inútil, pero un mundo nuevo se acercaba, un mundo hecho por Dios.
Fue así, que junto con sus pensamientos y la paz que abundaba en ese lugar invisible, se propone crear de una vez por todas...ese mundo, donde las plantas y todo, sea posible.
Los años pasaron, y el cielo y los océanos por fin fueron creados. Pero cuando Dios quiso crear las plantas sus poderes no lo ayudaron, El estaba confundido, sus poderes nunca lo traicionaban y fue por eso que Dios supuso que su primo codicioso , mentiroso y envidioso, el Diablo tenia algo entre manos. Dios lo conocía demasiado, el Diablo vivía en otro mundo alejado, pero no soportaba cualquier grandeza de un ser tan supremo como su primo, y la de crear un mundo nuevo no le agradaba en lo mas mínimo, haría cualquier cosa con tal de impedir algo así.
Dios no se rendía, seguía intentando. Todavía estaba muy lejos de ese mundo nuevo, y las plantas, los animales y el hombre todavía no aparecían. Fue así que Dios con su gran paciencia, bondad y comprensión, fue a ver al Diablo, quien lo recibió en su enorme palacio que antes le pertenecía a Dios pero que luego quedó en manos del Diablo dejándolo en oscuras ruinas. Dios le propuso que si lo dejaba terminar con su creación, tendría la oportunidad de manejar a su criterio otro mundo después de la muerte. Las personas buenas que Dios sabía que aunque hayan cometido pecados los podían remendar, irían al cielo y sería dirigido por Dios; en cambio el Diablo eligió otro lugar... un lugar en el que vayan las personas que el Diablo considere que pecaron, a este lugar éste lo llamó... “infierno”.
Dios no estaba de acuerdo, para él las personas nunca debían ir a un lugar lleno de maldad solo por pecar. Todavía estos no existían, pero Dios conocía muy bien ese mundo que estaba por venir. Fue así que Dios no del todo convencido por lo que había prometido a su primo se marchó ansioso por terminar con lo que había empezado.
Una vez en su reino, Dios , a través de descargas eléctricas que él mismo enviaba, comienzan a originarse seres microscópicos. Estos a lo largo de los años comienzan a dar vida a los llamados seres vivos, es decir a los animales y plantas, seres extremadamente extraños, que a simple vista parecían deformes pero muy interesantes y distintos unos de otros. Las plantas eran verdes, algunas con frutos de colores y de variadas especies.
Dios lo había pensado muy bien y audazmente ya que estos organismos se ayudaban mutuamente; las plantas les brindaban oxígeno y alimento a los animales, que luego fueron transformándose y originando nuevas especies que tenían la capacidad de caminar con lo que luego se denominó patas.
Así, las especies continuaron con la evolución y se originaron seres con alas, seres con escamas y mas organismos que poblaron un mundo nuevo. El Diablo cumplió con su palabra y dejó a Dios crear al mundo tranquilamente, pero siempre expectante de lo que podía ocurrir y de que la promesa que Dios le había hecho se cumpliera. Pero para que esto ocurriera el hombre debía ser creado.
Dios utilizo una formula mágica que consistía en una lagrima que le brindaría alma y sentimientos, dos semillas del fruto azul que le daría la capacidad de crecer, desarrollarse y luego machucarse; y por último solo una suave brisa de aliento proveniente de la boca de Dios. Las horas pasaron y el hombre no aparecía, incluso los días pasaron pero nada se veía crecer. Dios, ya cansado de esperar comenzó a sospechar del Diablo, quien seguramente se estaba muriendo de la envidia y no permitiría que estos seres nacieran. Pero Dios estaba muy equivocado y le debía una gran disculpa a su primo.
Un día cuando Dios estaba admirando la naturaleza y los animales, vio entre ellos dos seres muy extraños, eran muy diferentes a los animales aunque se podían encontrar algunas similitudes. Dios los miraba pero no lo creía, esos seres muy curiosos observaban todo e incluso hablaban!, ¿habría creado Dios al hombre?.
Sin pensarlo dos veces Él se acerco a ellos, sin duda eran el hombre y la mujer, pero muy distintos a como Dios se los había imaginado. Ellos muy temerosos se acercaron también y sin vacilar los tres se abrazaron, eran nuevos en ese mundo pero sin duda a Dios lo sintieron como a un padre y Dios a ellos como a sus hijos.
Él los nombro: Adán y Eva, seres creados a imagen y semejanza de Dios, seres que tardaron en nacer porque poseen las características que posee cualquier otro humano hoy en día, como la madurez y la desconfianza.
A lo largo de los años Adán y Eva aprendieron a sobrevivir, se relacionaron, rieron, lloraron, bailaron, cantaron e incluso pecaron. Pero nunca se los vio en aquel lugar llamado infierno, porque Dios es más poderoso y nos enseña que siempre hay que dar otra oportunidad y por sobre todas las cosas, hay que saber perdonar porque nadie es perfecto como lo es Dios.
written by clarisa calvo-
8.12.08
5.12.08
MALVAVISCOS!
Ingredientes:
500 g Azúcar
250 ml Agua
15 g Gelatina sin sabor
2 cdtas. Esencia de vainilla
1 pizca Sal
Azúcar impalpable para espolvorear
500 g Azúcar
250 ml Agua
15 g Gelatina sin sabor
2 cdtas. Esencia de vainilla
1 pizca Sal
Azúcar impalpable para espolvorear
Preparacion:
En la olla, coloque el azúcar y cubra con la mitad del agua. LLeve a fuego alto hasta obtener almíbar a punto hilo fuerte, que es cuando tomando un poco de almíbar entre la yema de dos dedos, al separarlos se forma un hilo que no se rompe. Mientras tanto, en el bol bata la gelatina, con la esencia, la sal y el resto del agua y, cuando el almíbar esté listo, viértalo, sin dejar de batir, hasta que la preparación esté blanco. Espolvoree la asadera con azúcar impalpable, vierta la preparación, empareje la superficie y espolvoréela con azúcar impalpable. Deje enfriar a temperatura ambiente y corte en cubos
1.12.08
24.10.08
.JPG)
.JPG)
28.9.08
Imagine there's no heaven It's easy if you try No hell below us Above us only sky Imagine all the people Living for today... Imagine there's no countries It isn't hard to do Nothing to kill or die for And no religion too Imagine all the people Living life in peace... You may say I'm a dreamer But I'm not the only one I hope someday you'll join us And the world will be as one Imagine no possessions I wonder if you can No need for greed or hunger A brotherhood of man Imagine all the people Sharing all the world... You may say I'm a dreamer But I'm not the only one I hope someday you'll join us And the world will live as one.
IMAGINA UN MUNDO EN PAZ!
IMAGINA UN MUNDO EN PAZ!
19.9.08
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
